Parábola

El buen samaritano Lc 10,30-37

Autor: Arquidiócesis de Madrid

Parábola evangélica traída al siglo XXI

  

 Un católico que regresaba de Roma cayó en manos de unos agnósticos, que después de desmontarle todo lo que creía y atacarle sin piedad, lo abandonaron a su suerte dejándolo destruido. Un sacerdote, con el que se encontró casualmente por el camino, cuando vio la situación en que había quedado, no quiso abordar el asunto y lo pasó por alto. También se tropezó con un religioso, pero igualmente, en cuanto vio la situación, también dio un rodeo y evitó el tema. Pero un protestante que iba de viaje, al llegar junto a él y ver cómo estaba, sintió lástima. Habló con él, le consoló, y después de haberle sustentado los pilares de la fe como mejor sabía, le condujo hasta quien podía dedicarle más tiempo, y dándole una gratificación le encargó: “Cuida de él, que el tiempo que le dediques de más te lo pagaré a mi vuelta.” ¿Quién de los tres te parece que fue cercano del que cayó en manos de los agnósticos? El otro contestó: “El que tuvo compasión de él.” Jesús le dijo: “Vete y haz tú lo mismo.”