El número de estrellas

Autor: Padre José Alcázar Godoy  

 

 

Cierta noche, un joven poeta se acercó a la noche para contar las estrellas: “Hoy voy a contaros, aunque durmáis escondidas”, dijo.

Las estrellas, relucientes como brillantes, dijeron: “No hagamos caso, es la locura de un poeta que desconoce la inmensidad, durmamos sin sobresaltos”.

El poeta se tendió sobre una mullida pradera bajo un firmamento esplendoroso. Al cabo de algún tiempo había contabilizado centenares de estrellas; horas más tarde, varios miles, y, antes de que amaneciera, unos cuantos millones.

Con el número exacto de estrellas el poeta se dirigió a Dios diciéndole: “Amado Señor, he contado tu infinito firmamento, reflejo de tu poder, dime si hay algo más extenso que las estrellas que embellecen la noche, pues también deseo contarlo”.

Dios se quedó estupefacto. Acudió enseguida al libro de registros donde estaban meticulosamente recogidos todos los avatares de la creación y comprobó que el recuento había sido exacto. Luego miró otras voluminosas cantidades y sonrió. Poco después contrató al poeta para que contase también los pecados.

Transcurrido un tiempo, el poeta había consignado una multitud de ofensas de las más inverosímiles características. Y, consternado, habló a Dios en los siguientes términos: “Amado Señor, ¿cómo pudiste permitir que la fuerza del mal alcanzara la grandeza de tu creación?”.

Entonces Dios se volvió sonriendo, mientras musitaba: “¡Ay, si hubiera creado un firmamento mayor!”.