La verdadera riqueza

Autor:  

 

 

Cuenta David Fischmanl que un padre, queriendo mostrar a su hijo la pobreza, lo llevó a la casa de 
una familia campesina. Al regresar le preguntó al niño: “¿Qué te pareció la pobreza?”. El niño 
respondió: “¿De qué pobreza hablas? Ellos tienen cuatro perros y yo tengo uno. Nuestra piscina llega 
sólo hasta la mitad del jardín; en cambio, ellos tienen un riachuelo que nunca termina. Nosotros 
tenemos lámparas importadas, ellos tienen estrellas. Nuestro patio llega hasta la pared del vecino, 
el de ellos termina en el horizonte. Ellos tienen tiempo para sentarse a conversar juntos; en 
cambio, tú y mamá tenéis que trabajar todo el tiempo y nunca os veo”. El hijo finalmente añadió: 
“Gracias, papá, por mostrarme tanta riqueza”.