Parabola
Del cuerpo
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Un día la mano izquierda dijo a la derecha:
- Nosotras trabajamos para el estómago y él... ¡nada!
Apenas lo oyeron, las piernas dijeron:
- Nosotras también, y él ¡a comer! Hagamos huelga. Y si el estómago quiere comer, que se las arregle como pueda.
Oyendo todo esto, el estómago dijo con tristeza:
- Yo no soy comodón. Nuestros trabajos son diferentes. Dependemos unos de otros.
No le dejaron hablar más y los brazos también se sumaron a la protesta. Pero al cabo de unos días se empezaron a quejar de lo débiles y cansados que se encontraban. Lo mismo decían las piernas y la cabeza, y todos los miembros del cuerpo coincidían en la misma queja. Entonces hablo de nuevo el estomago mostrándoles su error por el que pagaban las consecuencias y proponiéndoles que lo alimentaran de nuevo... La cabeza pensó, las piernas fueron donde había comida, las manos la llevaron a la boca y poco después exclamaron:
- Parece que nos vamos recuperando. ¡Qué bien estamos!
Todos los miembros del cuerpo comprendieron entonces muchas cosas.