Parábola de las purificaciones hipócritas

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Ya hicimos  una parábola en  la página 5 acerca de esta gentuza farisaica. Los discípulos tenían hambre. Y, sin dudar nada ni poner reparos a que los vieran, cogen alimentos y se los comen. No sabían lo que les iban a armar.

Viene toda la corte de fariseos y letrados para atajar el escándalo.

-    ¿ Qué os pasa?, les dijo el Maestro

-    Hemos visto a tus discípulos que no se lavan las manos antes de comer como está mandado.

-    Tienen que seguir las costumbres de los mayores y la tradiciones.

-    Iros a freír espárragos.

 A  propósito: Veo que estáis duchos en tradiciones y en tontadas.¿ No habéis leído lo que dice Isaías? Os lo recordaré: “ Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mi; el culto que me dan es inútil, pues la doctrina que enseñan son preceptos humanos”.

¡Marchaos!  Descuidáis el mandato de Dios y mantenéis la tradición de los hombres.

Así pues, discípulos,¡ a comer sin lavaros las manos!           

Vives  o cumples?

 

ORACIÓN DEL DISCÍPULO:  Maestro, ¡ enhorabuena! Has estado sensacional. Los has dejado turulatos.¡ Valiente chusma! No hacen nada más que vigilarnos. No quieren entender otra cosa que no sean los 613 preceptos que se han sacado de la manga para asustar a la gente. Lo que importa es tener el corazón y el alma limpias. Si ellos están sucios,¿ de qué sirve lavarse mil veces al día? Seguirán igual de podridos. Hay gente que le encanta la etiqueta, el traje, el perfume más caro que exista.¿ Cuidan el perfume de su alma y de su corazón?

PRECES

-    Por la juventud: para que tenga el corazón y el alma limpias aunque externamente no parezcan “dandies”, roguemos al Señor

-    Añade tus intenciones 

Señor convencido que sin ti no puedo hacer nada, te digo: Padrenuestro.